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Piscinas Naturales «Los Charcones» – Playa Blanca | Lanzarote
Piscinas Naturales Los Charcones. ¿Dónde se encuentra?
Los Charcones son piscinas naturales ubicadas en la costa suroeste de Playa Blanca, el cual pertenece al Municipio de Yaiza. Estas piscinas se encuentras a lo largo del norte del Faro de Pechiguera hasta Janubio.
¿Cómo se llega?
Para llegar a las piscinas naturales el camino no es complicado. Se recomienda hacerlo a pie aunque perfectamente se puede hacer en bici. El recorrido a pie lo puede hacer desde Faro Pechiguera, deberá atravesar un camino de tierra durante dos o tres kilómetros dirección norte. Ahí empezará a divisar los primeros charcones. Recuerde llevar un buen calzado e ir bien hidratado para que la ruta no se le haga cuesta arriba.
En cambio, si tiene la posibilidad de ir en coche, deberá circular por la avenida de Faro Pechiguera hasta ver en el lado izquierdo el llamado Hotel Abandonado. De ahí en adelante, el camino será de tierra en forma de zigzag por lo tendrá que ir con precaución. El trayecto en tierra es de unos cinco minutos.
Aunque no vea los charcones a primera vista, no se decepcione o entre en nervios, ya que el último paso es bajar por un pequeño acantilado. No es un camino difícil, sólo tenga precaución si va con niños pequeños.
Estas piscinas naturales son las únicas en la zona, por lo que, si en algún momento desea irse o conocer su alrededor lo que podrá ver es la costa de este magnífico lugar, ya que las playas más cercanas son Playa La Mulata, Playa La Campana y Playa Flamingo entre otras y se encuentran a 15 y 20 minutos aproximadamente en coche.
Su entorno
Las piscinas naturales de los Charcones, como dije anteriormente, son piscinas naturales creadas a partir de la erosión del mar contra la roca volcánica de la costa. Hay distintos tamaños y profundidades, capaces de adaptarse al gusto de cualquier persona. El clima es fresco gracias a los vientos fuertes de esa zona, lo que hace que el sol no se sienta tan fuerte y pueda tener una tarde amena. A causa de esto, se recomienda no acercarse a los charcones cercanos al litoral pues la subida del mar lo puede arrastrar y llevárselo sin posibilidad de volver atrás.
Al bajar por el acantilado, descubrirá el hermoso paisaje que esconde este lugar. Las aguas cristalinas, mezcladas con el entorno de piedra volcánica y los colores que se ven en las piscinas naturales hacen que parezca un paisaje sacado de una postal.
Al estar alejado y un poco escondido del núcleo turístico de Playa Blanca, hacen que sea el lugar ideal para venir, descansar y lograr esa desconexión tan esperada.
¿Qué hacer?
Aquí lo que mejor puede hacer es venir y relajarse mientras escucha el sonido del mar de fondo. También, se puede dar un baño en las distintas piscinas y disfrutar de las aguas totalmente limpias.
Otra de las cosas que tiene para hacer es retomar la lectura que había reservado para el viaje, tomar el sol para obtener el bronceado que tanto había deseado o simplemente sentarse y hablar con sus acompañantes mientras escuchan música de fondo.
En cuanto a los niños, lo que pueden hacer son diferentes juegos en el agua. Al no haber arena pueden crear un partido de waterpolo o hacer guerra de agua. Ya en el agua, pueden jugar a buscar cosas tiradas, pues al no haber oleaje lo arrojado se queda en su sitio.
Ya en familia, lo mejor es sumergirse en las aguas y observar los erizos de mar en las rocas. También, tienen la posibilidad de observar pequeños peces traídos por la marea en los charcones más profundos.
Si en algún momento del día desea investigar su alrededor tiene el conocido Hotel Abandonado al litoral de la costa. Este edificio se encuentra en pie desde el 76. Los más ancianos del pueblo cuentan que ese hotel se quedó sólo con la estructura a causa de una estafa. Pues uno de los inversores desvió el avión donde transportaban materiales y dinero cuyo fin era para la construcción del edificio.
¿Dónde se puede comer?
La maravilla de este lugar es no estar rodeado de hoteles ni restaurantes que entorpezcan la tranquilidad de estas piscinas naturales. Por lo que la mejor opción es llevarse la comida, ya sea del lugar en el que se hospeda o de los diferentes restaurantes distribuidos por el pueblo. Lo recomendable para esta decisión son los sándwiches o bocadillos, ya que es una comida no pesada para el estómago y los niños pueden disfrutar más de las piscinas sin esa larga espera para la digestión.
Si, por el contrario, no le importa movilizarse, puede acercase a los diferentes restaurantes distribuidos en la avenida de Faro Pechiguera, por el paseo marítimo de Flamingo o en los del núcleo del pueblo.
Los Charcones es un paraíso de total tranquilidad, pues al ser un lugar muy poco conocido, de difícil acceso y carecer de visitantes lo convierten el lugar ideal para venir al olvidar todo. A esto se le suma los colores del mar, su amplia elección de tamaños y pequeña fauna situada en las rocas. Gracias a esto hacen que su impactante paisaje sea el preferido para los fotógrafos, por lo que no se vaya a olvidar de una buena cámara y llevarse un recuerdo propio de un cuento de hadas.
